Con la entrada en vigor del Real Decreto-ley 6/2023, el 19 de diciembre, se ha establecido una nueva evaluación del desempeño obligatoria para todos los empleados públicos y funcionarios. Esta normativa forma parte de las medidas urgentes para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y busca adaptar la función pública a las necesidades de la Administración del siglo XXI.
Objetivos y Alcance de la Nueva Evaluación
La evaluación del desempeño es un procedimiento diseñado para medir la conducta profesional y el rendimiento de los empleados públicos, con el fin de mejorar la productividad y la calidad de los servicios. Esta evaluación tiene efectos directos en la carrera profesional, la acreditación de méritos, la continuidad en el puesto y la percepción de retribuciones variables.
Los objetivos de esta evaluación incluyen la consecución de metas estratégicas, la motivación del personal, la promoción del trabajo en equipo, y la mejora continua de los procedimientos. Además, fomenta la adquisición de nuevas competencias a través de la identificación de necesidades formativas.
Innovaciones Clave del Real Decreto-ley 6/2023
El Real Decreto-ley 6/2023 introduce varios cambios significativos:
- Evaluación Obligatoria: A partir de su publicación, la evaluación del desempeño es obligatoria para todos los empleados públicos en servicio activo.
- Carrera Horizontal: Se introduce un sistema de tramos para reconocer el desarrollo profesional sin necesidad de cambiar de puesto, ofreciendo incentivos adicionales y retribuciones mejoradas.
- Instituto Nacional de Administración Pública: Se transforma en una agencia estatal para liderar la selección y formación del personal público de manera más eficiente.
- Figura del Directivo Público Profesional: Se regula la profesionalización y se refuerzan los criterios de idoneidad y orientación a resultados de los directivos públicos.
Implicaciones de la Evaluación
La evaluación del desempeño influye en varios aspectos clave, como la percepción de retribuciones complementarias, la progresión en la carrera profesional, los criterios para la provisión de puestos de trabajo y la continuidad en los mismos. Además, incentiva la participación en acciones formativas voluntarias y fomenta la innovación en los procedimientos.
La implementación
La implementación de la nueva evaluación del desempeño en la Administración Pública requiere seguir un procedimiento estructurado que garantice su aplicación efectiva y alineada con los objetivos estratégicos de la Administración. A continuación, se detallan los pasos y consideraciones clave del procedimiento:
1. Planificación Estratégica
El primer paso es integrar la evaluación del desempeño dentro del marco de la planificación estratégica de cada departamento u organismo público. Esto implica alinear los objetivos de la organización con las metas individuales de los empleados, asegurando que todos trabajen hacia fines comunes.
2. Definición de Objetivos y Criterios
La Administración debe establecer los objetivos y criterios específicos de la evaluación, que deben ser claros, medibles y orientados a resultados. Los criterios de evaluación incluyen:
- La consecución de objetivos estratégicos.
- El fomento del trabajo en equipo y la cooperación interdepartamental.
- El desarrollo y la promoción profesional.
- La mejora de la comunicación y el intercambio de información.
- La adquisición de nuevas competencias profesionales.
3. Participación y Transparencia
Se deben articular mecanismos que permitan la participación de los empleados públicos en la definición de los objetivos y el proceso evaluativo. Esto asegura que los empleados entiendan y se involucren en el sistema de evaluación, incrementando su aceptación y eficacia.
4. Desarrollo del Modelo de Evaluación
El procedimiento para la evaluación del desempeño será determinado reglamentariamente y debe ser adaptado a cada departamento o organismo, sin imponer un modelo único para todos. No obstante, debe basarse en principios comunes como la objetividad, imparcialidad, transparencia y participación de los empleados.
5. Implementación y Capacitación
Una vez desarrollado el modelo de evaluación, la Administración debe llevar a cabo la implementación efectiva, lo cual incluye la capacitación de los responsables de realizar las evaluaciones. Es fundamental que estos evaluadores estén bien formados en los criterios y objetivos del proceso para garantizar su objetividad y efectividad.
6. Aplicación de la Evaluación y Seguimiento
Durante la evaluación, se debe realizar una valoración de la conducta profesional y medir el rendimiento o cumplimiento de los objetivos establecidos. Esto se hará de forma periódica y debe involucrar a todos los empleados en servicio activo.
El seguimiento incluye la verificación de la fiabilidad y objetividad de los instrumentos de evaluación, con revisiones periódicas para asegurar que continúen siendo relevantes y útiles.
7. Revisión y Feedback
Los resultados de la evaluación deben ser comunicados a cada empleado evaluado, y se debe establecer un proceso de revisión para resolver discrepancias que puedan surgir. Este proceso incluye garantías suficientes para la revisión de los resultados en caso de desacuerdos.
8. Uso de los Resultados
Los resultados de la evaluación del desempeño tendrán efectos en:
- La percepción de retribuciones complementarias de carácter variable.
- La progresión en la carrera profesional y la provisión de puestos de trabajo.
- La identificación de necesidades formativas y la incentivación de la participación en formación voluntaria.
9. Participación en la Negociación Colectiva
La implementación del modelo de evaluación también deberá contar con la participación de las organizaciones sindicales y comisiones de seguimiento, asegurando que las normas y procedimientos se ajusten a los principios de equidad y justicia laboral.
10. Revisión Continua y Mejora
El modelo de evaluación debe ser objeto de una revisión continua, ajustándose a las necesidades cambiantes de la Administración y sus empleados. Esto incluye la adaptación del modelo según las evaluaciones de su impacto y efectividad, promoviendo siempre la mejora continua y la innovación en los procedimientos.
Este procedimiento asegura que la evaluación del desempeño no solo sea un proceso administrativo, sino una herramienta clave para mejorar la gestión y calidad de los servicios públicos en la Administración del siglo XXI.
Consideraciones Finales
La nueva evaluación del desempeño busca ser un instrumento clave para incentivar las mejores prácticas y mejorar la gestión del talento en el sector público. Aunque no superarla no conllevará la pérdida de la condición de funcionario, sí se promoverán medidas formativas para mejorar el rendimiento.
En resumen, el Real Decreto-ley 6/2023 representa un paso importante hacia la modernización de la función pública, estableciendo un marco evaluativo que busca alinearse con las exigencias de la Administración contemporánea.